ACOSO LABORAL

 "El acoso laboral, entendido como aquella presión tendente a la autoeliminación de un trabajador (público o privado) mediante su denigración."

"En las sociedades de nuestro mundo occidental altamente industrializado, el lugar de trabajo constituye el último campo de batalla en el que una persona puede matar a otra sin ningún riesgo de llegar a ser procesado en un tribunal" Heinz Leyman

Acoso moral

Acoso laboral

 Iñaqui Piñuel, explica cuales son las claves del mobbing. 

BORRADOR DE PROYECTO DE LEY CONTRA EL ACOSO LABORAL

COMENTARIO SOBRE EL BORRADOR PROYECTO DE LEY  

SENTENCIA JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 29 MADRID

Mobbing: cuando el trabajo es una tortura

Insomnio, ataques de pánico, cefaleas, trastornos de ansiedad y todo tipo de disfunciones son efectos típicos que presentan las víctimas de agresiones laborales

El retorno de las vacaciones y la vuelta al trabajo es un trance duro para muchas personas. Sin embargo, nada comparado con el trauma de los que sienten el entorno laboral como un enemigo que busca su aniquilación. Son las víctimas de acoso psicológico en el trabajo, el mobbing, un fenómeno cada vez más alarmante.

Carmen padece una depresión por la que lleva meses de baja laboral. Sufre ansiedad, vértigos y, según dice, muchos días no se siente con fuerzas ni para levantarse de la cama. Mamen, como la llaman sus amigos, está separada, rompió con su marido después de once años de matrimonio. Él no entendió. No supo comprender los problemas que, casi de la noche a la mañana, su mujer comenzó a tener en el trabajo. No asimiló sus quejas constantes, su llanto, su tristeza y su rabia. Y, sobre todo, nunca supo el alcance real del significado de la palabra maldita: mobbing.

El término, anglosajón, procede de mob, que significa "panda", "grupo", "manada". Mobbing indica la acción de perseguir, molestar, perjudicar o acosar en grupo.

La historia de Mamen, aunque dramática, no es original. Es calcada de la de un gran número de trabajadores -más de dos millones en nuestro país según algunos estudios- que ven cómo su vida laboral se degrada paulatinamente hasta que quedan reducidos a la nada, pasando al ostracismo absoluto dentro de la empresa. Ella, responsable de departamento de una entidad bancaria, sintió que con la llegada de un nuevo superior sus responsabilidades iban disminuyendo. Pequeñas faltas de respeto, malas contestaciones, fueron el origen de lo que se le venía encima: un calvario de más de un año que desembocó en la baja por depresión. Antes de ese momento, Mamen llegó a estar meses delante del ordenador sin ninguna tarea que ejercer. Demonizada ante el resto de compañeros, muchos de los cuales se sumaron a la persecución. Otros, solidarizándose con ella cuando nadie les oía, pero manteniendo en público una distancia prudencial, no fueran a contagiarse también de la silenciosa peste.

Sin motivo. Este acoso le costó a Mamen algunas amistades y su matrimonio. Y lo peor es que no conoce el motivo, el por qué de la persecución. Ella se enorgullece de su trabajo. En su trayectoria en la compañía recibió frecuentemente felicitaciones por parte de sus superiores y era respetada por sus compañeros. Ahora ya no quiere comprender, sólo desea recuperarse y recobrar la fe perdida, aunque sabe que ya nada será igual que antes de que el mobbing se colara en su vida. "Es tarde para muchas cosas", dice Mamen mirando su reloj analógico. No soporta los digitales: pasó demasiadas horas contando los segundos en el reloj del ordenador, sin otra tarea más relevante que hacer.

El mobbing fue identificado por primera vez a principios de los años 80 por el psicólogo alemán Heinz Leymann, quien lo definió como una violencia psicológica ejercida contra un trabajador durante un periodo continuado de al menos seis meses y una frecuencia no menor de un hostigamiento a la semana.

Según el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares Iñaki Piñuel, uno de los grandes expertos españoles en mobbing, "los comportamientos de terrorismo piscológico en el trabajo no son casuales, sino intencionados. Pretenden deteriorar el desempeño de un trabajador con vistas a eliminar su empleabilidad o capacidad de ser empleable. Para ello, se inician estrategias consistentes en aislar y estigmatizar al trabajador, al que se hace 'invisible' o ningunea. Se atacan malintencionadamente todos los trabajos que desempeñe, se le despoja de sus tareas, se 'envenena' a sus compañeros contra él, se le difama, se ataca su vida privada. En definitiva, se le vapulea psicológicamente".

Incomprensión. Como consecuencia de todo ello, la víctima de mobbing queda destrozada anímicamente. Y no es fácil que su entorno más cercano comprenda lo que le ocurre. Según Manuel Hernández, presidente de la asociación Acción contra el Acoso Laboral (AKAL), "al principio ni siquiera la víctima comprende lo que le ocurre. Le degradan tanto que piensa que todo es por culpa suya, que es una persona difícil para los demás. Después uno se da cuenta de que eso es lo que los acosadores quieren que creas, para ocultar su culpabilidad".

Manuel también sufrió en sus propias carnes la violencia psicológica en el trabajo. Actualmente está despedido y su caso en manos de la Justicia. Según dice, "lo peor de estas situaciones es que te ves solo, que ni los amigos, ni la propia familia te comprenden. Es normal, porque convivir con una persona llena de problemas y siempre preocupada por el trabajo no es fácil. Por eso fundamos AKAL, para que los que hemos sufrido esta experiencia podamos sentirnos comprendidos por personas que han pasado por lo mismo".

Origen y secuelas. Para el profesor Piñuel, el mobbing suele estar originado por dos motivos principales: los celos de un superior hacia un trabajador, o criterios empresariales que buscan el abandono de la empresa por parte de la víctima. Según Manuel Hernández, "actualmente las empresas se rigen por códigos puramente economicistas, en los que los valores humanos no tienen cabida. Sólo se busca el beneficio y, si un trabajador no interesa, se le elimina sin más. Los sindicatos deberían velar para que este tipo de conductas de hostigamiento no se den, pero la realidad demuestra que muchas veces los sindicatos se inhiben y miran para otro lado, dejando a la víctima sin ningún respaldo".

En cuanto a las secuelas que sufre la víctima de mobbing, el profesor Iñaki Piñuel asegura que "el hostigamiento laboral va erosionando la autoestima y la confianza en sí mismo del trabajador afectado. De este modo, insomnio, depresiones, ataques de pánico, cefaleas, hipervigilancia, trastornos de ansiedad, estrés postraumático, así como todo tipo de disfunciones y somatizaciones se desarrollan como los típicos efectos que presentan las víctimas de agresiones en el entorno laboral".

Manuel Hernández reclama comprensión con las víctimas: "el mobbing aún es un desconocido para la sociedad, pero cada vez su incidencia es mayor. Poco a poco nos iremos concienciando de que el problema es muy grave".

MANUEL HERNÁNDEZ   

Presidente de Acción contra el Acoso Laboral (ACAL).

"Los sindicatos deben velar para que ningún trabajador sea acosado. Pero la realidad es que muchas veces se inhiben ante estas situaciones"


SUPERIORES MEDIOCRES, COMPAÑEROS COBARDES   

En la gran mayoría de los casos de mobbing, la persona que origina el acoso psicológico contra un trabajador padece una psicopatía que responde a varias causas. La más frecuente es un complejo de inferioridad provocado por su falta de capacidad para desarrollar el cargo que ocupa dentro de la empresa. Esto hace que, por celos o envidia, comience a acosar a un trabajador que está bajo su responsabilidad y que, casi siempre, se trata de una persona de más valía. Según el periodista Gerardo Mediavilla, autor del libro ¿Por qué la han tomado conmigo?, "hoy en día, con el neoliberalismo y el cambio producido en las relaciones empresariales, se ha facilitado que muchas personas suban a puestos de responsabilidad sin tener capacidades para ello. Estos mediocres intentarán eliminar a los trabajadores válidos y profesionales, a quienes verán como una amenaza. Así es como comienzan muchos casos de acoso".
"Es frustrante tener como jefe a una persona a la que no respetas en el aspecto profesional, que pasa a tu lado sin siquiera dar los buenos días, que no le importan tus sentimientos como persona, que para él sólo eres una unidad de producción", asegura Sonia, actualmente de baja por depresión causada por mobbing.
Pero este tipo de acosador rara vez actúa solo. Cuenta con la complicidad de muchos compañeros que, bien por miedo o por obtener los favores del agresor, guardan un silencio cómplice ante la dramática situación que vive la víctima.
El profesor Iñaki Piñuel, de la Universidad de Alcalá de Henares, atribuye varios rasgos comunes a la personalidad de todo agresor. Entre ellos, la cobardía, la ausencia de culpabilidad, la capacidad para mentir de forma compulsiva, el complejo de inferioridad y la necesidad de que los testigos sean "mudos, ciegos y sordos".
Para Gerardo Mediavilla, "hay empresas que sólo buscan el beneficio económico y se olvidan de que los trabajadores son personas y tienen sentimientos. En muchas ocasiones, incluso los enlaces sindicales se convierten en cómplices de la agresión para no perder sus privilegios".
GERARDO MEDIAVILLA   

Periodista y escritor. Autor de ¿Por qué la han tomado conmigo?.

"Lo peor del mobbing es la soledad y el aterrador silencio que se provoca a tu alrededor"

Tras años sometido a una situación de acoso laboral, Gerardo Mediavilla consiguió una de las primeras sentencias favorables que condenaba a la Administración Pública. El periodista decidió entonces contar su historia y la de otros afectados en un libro en el que, con mucha sensibilidad, expone la cara más brutal del mobbing.

¿Qué factores pueden desencadenar una situación de acoso contra un trabajador?
Los casos de mobbing sólo se pueden explicar desde la psicopatía del propio acosador. La pregunta ¿por qué la han tomado conmigo? no tiene una respuesta clara. La más común es que el acosador tiene una psicopatía importante y un grave problema de celos, o de envidia. Mi caso concreto respondió a un superior psicópata, a un perverso narcisista que en un momento dado me vio como una amenaza y de ahí derivó todo.

¿Cómo fue su proceso de acoso?
Fue un desarrollo de mobbing muy clásico y muy típico, con todo tipo de agresiones. El mobbing comienza casi siempre de la misma manera: hay un hecho determinado que desencadena una situación de conflicto con la persona que es tu acosador, así empieza a ir en contra tuya. A eso le siguen pequeñas agresiones, descalificaciones, y toda una serie de incidentes cotidianos. Después te atacan la dignidad, como es arrebatarte tus herramientas de trabajo, dejarte sin ninguna labor que hacer, quitarte tu despacho y meterte en un cuarto sin calefacción, sin aire acondicionado, aislándote de tus compañeros. Yo acabé en una mesa de cara a la pared, sin nada que hacer.

¿Y cómo justifica esta actitud la persona que acosa ante el resto de trabajadores?
No es justificable la actitud del acosador. Los compañeros suelen actuar como testigos mudos , por miedo, y la empresa mira para otro lado. La víctima queda abandonada a su suerte. Lo que a mí me decían es que lo que me sucedía ocurría por mi culpa, por ser una persona difícil. Lo que hacen es demonizarte y culparte de todo lo que te está sucediendo.

¿Hay personas propensas a ser acosadas?
El perfil de las víctimas suele coincidir con el de personas que aman su trabajo, que son eficaces, responsables y poseen una alta valoración de la dignidad. Estas personas que llevan la bandera de la honestidad, que no se doblegan ante la injusticia, tienen muchas posibilidades de sufrir mobbing.

¿El mobbing es consecuencia del tiempo en que vivimos? Siempre ha habido mobbing. Lo que hace que ahora aparezcan más casos es la desregularización que existe entre las empresas y los trabajadores, es decir, el neoliberalismo, la búsqueda del beneficio sacrosanto que hace que muchas empresas hayan perdido ese código de valores necesario para proteger a los trabajadores.

¿Qué es lo peor del mobbing ?
El silencio que se provoca a tu alrededor. El silencio cómplice de los compañeros; el de la propia familia, que no te comprende ; el de los amigos, que al verte una persona siempre preocupada y con problemas termina por no llamarte. El silencio de la soledad, que es aterrador.

FRANCISCO FUERTES MARTÍNEZ   

Profesor de Psicología experto en mobbing.

"Los discapacitados tienen alto riesgo de sufrir acoso psicológico"

MOBBING Y DISCAPACIDAD Una situación de acoso laboral puede tener su origen en la condición de discapacitado de la víctima. A la inversa, también hay casos en que es el propio acosador quien muestra discapacidad. El profesor de la Universidad Jaume I de Castellón, Francisco Fuertes , ha estudiado estas variantes de mobbing.

¿Los trabajadores discapacitados son un sector con alto riesgo de sufrir acoso laboral?
Puede decirse que sí por varios factores. El más importante es la escasa capacidad de maniobra que un discapacitado tiene para encontrar otro trabajo. Eso hace que, ante una situación de hostigamiento laboral, sea más sumiso, lo acepte con mayor resignación.

¿Entonces es una presa fácil para el acosador?
Esta actitud de sumisión provoca que en muchas ocasiones el mobbing no llegue a fases avanzadas, sino que se quede en una primera etapa de acoso. ¿Por qué? Porque el discapacitado no se revela ante la injusticia que está sufriendo, no exige una explicación de su situación. Esto muchas veces le libera de padecer un hostigamiento más severo.

¿La propia discapacidad puede ser la causa de mobbing contra un trabajador?
Sin duda. La violencia psicológica se produce en un número muy alto de casos contra personas distintas, con rasgos diferenciales que les hacen destacar sobre la 'manada'. Es un hecho que una discapacidad constituye un factor diferencial que por sí sólo puede ser causa de mobbing.

¿Qué ocurre en el caso contrario, cuando es un discapacitado quien se convierte en acosador?
También tengo referencias de este tipo de casos. Puede ser que un discapacitado hostigue a otro trabajador con discapacidad o sin ella. En cualquiera de los casos, cuando el acosador es un discapacitado la violencia ejercida suele ser más sutil y más cruel.

¿Existe alguna manera de acabar con este tipo de violencia? Es complicado, y más en el caso de las personas con discapacidad que acumulan factores que producen una incidencia de mobbing hasta seis veces mayor que en la población general. Su remedio más drástico es el autocontrol por la sociedad civil unido a una legislación adecuada.

LAS CIFRAS DEL DRAMA: DOS MILLONES DE ACOSADOS   

El barómetro Cisneros, que dirige el profesor Iñaki Piñuel, cifra en más de dos millones a las personas que en nuestro país han sufrido acoso psicológico en el trabajo, en uno u otro grado, lo que equivale al 15 por ciento de la población activa española. Según Piñuel, "el mobbing, además de presentarse como un problema epidemiológico por sus cifras de afectados en España, constituye un fenómeno emergente. Las cifras que arrojan los estudios más recientes son siempre superiores a las que reflejan los anteriores".
Sin embargo, el acoso laboral aún es un gran desconocido. En el ámbito judicial, todavía son muchos los estamentos judiciales que se resisten a dictar sentencias condenatorias por mobbing, aunque poco a poco sí van produciéndose.