El idioma gallego es uno de los idiomas más ricos en matices, como idioma antiguo que difícilmente es igualado por algún otro de los existentes. Como prueba de ello existen vocablos que han traspasado todas las fronteras idiomáticas, convirtiéndose en palabras universales, aunque manteniendo su expresividad original.
Como ejemplo ejemplo de lo dicho vamos a analizar la palabra CARALLO:
Carallo, pronunciado lisa y llanamente, sin énfasis ni intención, significa miembro viril, órgano genital masculino.
¡Carallo!, como exclamación, puede ser de asombro, de admiración o de asentimiento.
Entre los vocablos derivados figuran como más corrientes:
CARALLAZO: Contrariedad, golpe.
CARALLADA: Juerga.
CARALLETE: Interjección.
CARALLEAR: Andar de juerga.
CARALLÁN: Bromista.
CARALLUDO: Denota calidad.
CARALLÓN: Denota calidad o longitud.
ESCARALLADO: Roto, dislocado.
ESCARALLADIÑO: Agotamiento.
ESCARALLACIÓN: Colmo.
ESCARALLAR: Estropear y también equivale a muerto de risa.
ESCARALLANCIA: Punto de menopausia.
La variedad y riqueza de acepciones que tiene nuestro CARALLO, son casi ilimitadas. Lo mismo vale para engrandecer que para denigrar; para decir que es bueno como para lo contrario; puede expresar cansancio, resignación, risa y una infinidad de estados de ánimo según el contexto de la frase en que está inserto.
Veamos unos cuantos ejemplos:
RESIGNACIÓN: ¡Ay que carallo! INDIGNACIÓN: ¡Que carallo!
CACHONDEO: ¡Bueno, carallo, bueno!
DESPLANTE: Vai ó carallo.
INQUISITIVO: ¿Qué carallo é?
CONTRARIEDAD: Tócache o carallo.
CANSANCIO: Déixate de caralladas.
OFENSA: Iste carallo é parvo.
TEMPLANZA: ¡Cálmate, carallo!
AMENAZA: Ven, carallo, ven.
NEGACIÓN: Non, carallo, non.
NEGACIÓN ROTUNDA: Nin carallo nin nada.
JURAMENTO: ¡Me cago no carallo!
IRA: Me cago no carallo, ¡carallo!
ALABANZA: É un home de carallo.
DUDA: O carallo vintenove.
EXTRAÑEZA: ¿Pero que carallo pasa?
DESOBEDIENCIA, DESPRECIO: Pásomo por debaixo do carallo.
ANIMOSO: Dalle, carallo, dalle.
CAPRICHOSO: Saiume do carallo.
CUALITATIVO: Non vale un carallo.
VALORATIVO: Róncalle o carallo.
FATALIDAD: ¡Ten carallo a cousa...!
AGOTAMIENTO: Xa estou hasta o carallo.
PICARDÍA: O caralliño.
METEOROLOGÍA: Fai un tempo do carallo.
LEJANÍA: No quinto carallo.
En muchas ocasiones se emplea como muletilla conversacional, comodín de frases largas, o de situaciones apuradas:
Entón chegou o Pepiño, e unha servidora díxolle:
-Carallo, Pepiño, ¿que carallo fas aquí?
Para terminar, y como concesión a la cultura hispanoamericana, reseño la frase:
"¡Manda carallo na Habana!"
que parece ser fue pronunciada por Cristóbal colón precisamente cuando los Reyes Católicos lo mandaron al "carallo".
Y como fin del estudio, del campo del folklore, escogemos aquella copla con la que remata toda carallada:
Aí vai, aí vai,
aí vai, carallo, aí vai...