El dicho se emplea para calificar todo asunto o trabajo enojoso y difícil que recae sobre alguien en contra de su voluntad. Se cuenta que su origen tiene que ver con un divertido suceso que ocurrió entre un mozo andaluz y un soldado gallego que entraron en una venta y pidieron cena al posadero. Éste les advirtió que no tenían más que una perdiz y un mochuelo. El andaluz, que llevaba la voz cantante, se apresuró a decir: "Traíganoslos, que ya nos arreglaremos". Y cuando el mesonero les sirvió las aves, el andaluz propuso al soldado: "Elige, hermano, puesto que la cosa es clara: o tú te comes el mochuelo y yo la perdiz, o yo me como la perdiz y tú cargas con el mochuelo". El ingenuo gallego, abrumado por tan especiosa alternativa, exclamó tristemente: "¡No sé cómo te las arreglas que siempre me ha de tocar a mí el de la cabeza más gorda!"
cargarconelmochuelo
CARGAR CON EL MOCHUELO