LA HISTORIA QUE LE SUCEDIÓ A UNA FAMILIA QUE ACOGIÓ EN SU CASA UN "SIMPÁTICO" PERRO CHIHUAHUA ADOPTADO DURANTE UN VIAJE A MÉXICO
Una familia que viaja alegremente a Méjico a pasar unas vacaciones
pronto descubre que por las calles de Ciudad de Méjico hay muchos
perros Chiguagua. Estos perros son originales de este país y muy
abundantes, mientras que en el resto del mundo son muy apreciadas
mascotas.
El caso es que estos perros despiertan sentimientos bondadosos en las personas y parecen decir "Recógeme, recógeme".
Al parecer, el hijo del matrimonio encontró un chiguagua abandonado en mitad de la calle que se mostró muy receptivo y cariñoso con la familia. Se dejaba acariciar, comía de la mano y pronto todos se encapricharon de tan fantástico animal.
Decidieron llevárselo a su casa a la vuelta de vacaciones y
esconderlo unos días en el hotel antes de partir hacia su casa de nuevo.
Cuando la familia llegó a su hogar trataron al Chiguagua fenomenal. Le
hicieron una caseta en el jardín y le llamaron "Pufi". Todo era
perfecto para todos, menos para el gato de la familia que aparte de
sentirse desplazado con la llegada del nuevo miembro de la familia,
tenía que velar de continuo por su seguridad personal.
El
caso es que un día en que la familia se fue de compras al Carrefour más
cercano y al volver se encontraron con una desagradable sorpresa: Pufi,
su perro Chiguagua, había sometido a amputacíon traumática de la cabeza
al gato familiar. Todos los esfuerzos por salvarle la vida al gato
fueron inútiles, como cabía esperar por la magnitud de la herida.
Lo que más sorprendió a la famila fue que el gato había sido
ejecutado de un zarpazo por lo que parecía más el hijo bastardo del
Yeti que otra cosa.
La familia, de pronto, descubrió que a Pufi, su perro Chiguagua, le
habían crecido las garras demasiado en los últimos días, el hocico se
le había agrandado y la verdad es que se parecía más a una rata que a
otra cosa. Resultó que habían recogido a una rata de las calles de
Ciudad de Méjico. Una rata gigante que había entrado en sus vidas y que
había acabado con la vida de su gato. Y colorín colorado este cuento se
ha acabado.