EN LOS CAMPOS DE LOGROÑO SIEMPRE ANDA SUELTO EL DEMOÑO

 

Según algunos folcloristas, este refrán en verso surgió probablemente porque La Rioja es una zona muy castigada por el granizo y la piedra, y los lugareños culpaban de ello a los brujos locales. Es posible que el refrán se refiera al célebre proceso celebrado en 1610 contra los brujos y brujas de Zugarramurdi, en Navarra, España, que fueron juzgados y ejecutados por la Santa Inquisición. La superstición de que el granizo constituye un castigo divino contra los pecados de la hechicería era muy común en épocas pasadas y en el folclore abundan los relatos de devastadoras granizadas caídas sobre un pueblo tras la muerte de un hechicero.