RECOGER EL GUANTE
Modismo que se emplea para indicar que una persona ha aceptado un desafío. Su origen hay que buscarlo en el antiguo ritual de los duelos. Para desafiar o retar a un adversario, generalmente por razones de honor, el caballero ofendido arrojaba el guante. Si la otra persona lo recogía, daba a entender que aceptaba el reto.