San Fructuoso , uno de los mas destacados personajes de la iglesia visigoda, fundó numerosos monasterios en el Noroeste Ibérico y murió en el año 665 cuando era arzobispo de Braga capital de la antigua provincia de Gallaecia. En 1102 el famoso arzobispo de Compostela Diego Gelmírez, por la noche, se hizo con el cuerpo del Santo y huyó hacia Santiago donde fue enterrado solemnemente en la catedral donde hoy se sigue venerando.
A mediados del siglo XVIII, a los pies de la plaza del Obradoiro, se le consagró la curiosa iglesia de San Fructuoso de Afora anteriormente llamada de las Angustias de Abaixo.
Con el fin de que el desnivel con la plaza del Obradoiro no la desluciera, el edificio proyectado por Lucas Ferro Caaveiro, es más alto que ancho y posee una gran cúpula que prácticamente ocupa toda su planta y que hace que su interior no sea demasiado opresivo.
Pero lo mas destacable es la fachada principal, un gran telón que se desarrolla en la vertical, pensado para ser visto desde el Obradoiro, entre el Pazo de Raxoi y el Hostal de los Reyes Católicos. Sobre la puerta principal se coloca una hornacina con la figura de la Piedad; más arriba se dibuja el escudo de España, culminando, en último lugar, a la altura de la vista, están las esculturas de las cuatro virtudes cardinales, la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza, que encuadran el campanario central. (Virtudes teologales)
Pero Santiago está lleno de historias, cuentos y dobles lecturas. Las malas lenguas populares relatan que el arquitecto, descontento con sus honorarios, remató la obra con las esculturas de las cuatro sotas (que la jerga popular también llama putas) de la baraja española.
...y como casi siempre en Santiago "si non e vero... e ben trovatto"