Jorge Luis Borges decía “La lengua es un sistema de citas”. En su tercera acepción, el diccionario de la Real Academia
Española define la palabra cita como: “Nota de ley, doctrina, autoridad o cualquier otro texto que se alega para prueba de lo que se dice o refiere.” Quien más quien menos, todos hacemos uso, en mayor o menor medida de las citas. El mercado está lleno de diccionarios de citas y la red ofrece centenares de páginas con la cita adecuada para cualquier uso y lugar. Pero existe un mundo más oscuro e interesante, el de las citas falsas.
Miguel
de Cervantes en castellano y Oscar Wilde en inglés, encabezan la lista de autores a los que más frases inventadas se les atribuyen. No puede extrañarnos que tanto la Uncyclopedia como su versión española, la Inciclopedia los hayan convertido en sus personajes icono. Una gran parte de las entradas de la Inciclopedia acaban con una frase inventada –absolutamente destornillante-, que se atribuye al autor del Quijote, Wilde cumple la misma función en la Uncyclopedia.
Grandes escritores han hecho un arte de las citas falsas. Umberto Eco, García
Márquez o Vila-Matas
Pero el universo literario es inmisericorde y le devuelve la moneda a Borges al atribuirle escritos en los que él no tiene arte ni parte y de los que con todas seguridad hubiera abominado. El más conocido el relamido poema pueblan sus novelas con ellas. Como dice Vila-Matas: “la mitad de mis citas son inventadas, las pongo en nombre de alguien, para que la gente crea que es un autor importante y les guste más que si las dijera yo". Borges es el gran maestro, sus obras están plagadas de citas falsas que parecen auténticas y citas auténticas que consigue hacer aparentar como falsas.Instantes.
El mundo de la política es un gran consumidor de citas falsas. Cuando oigamos a un político empezar una frase con el tópico lugar común: “como dice el poeta...” y no atribuya la frase a nadie, sospechemos, lo más probable es que se este inventando la cita. El primer gran maestro de la utilización de la cita falsa en la política fue el presidente norteamericano Theodore Roosevelt. A él se le deben una gran parte de las frases atribuidas a
Lincoln, famoso entre nosotros por haber sido el presidente que, aprovechando el incidente del Maine, declaró la guerra a España que condujo a la perdida de las últimas colonias, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, promovió la invención de frases atribuidas a Lincoln que utilizaba para justificar y legitimar su política.
A nivel domestico tenemos un caso bastante más divertido. A Carod-Rovira –y dejemos al margen la simpatía o antipatía que despierta el personaje- se le ha de reconocer un enorme sentido del humor. Corría el año 2001 y Carod concluyó una intervención desde el estrado de la siguiente guisa: “Como ya apuntó en el año 1923 en su conocido libro Otoño de trópico, Joaquim Ros i Lasalas, dejémonos de historias y vayamos por trabajo”. El diputado de CiU que salió a continuación para rebatir a Carod entronizo a Ros i Lasalas al empezar su intervención “no quisiera contradecir al gran escritor Ros i Lasalas, pero...”
Desde su primera aparición, Ros i Lasalas ha frecuentado los debates políticos en Cataluña, citado en numerosas ocasiones por Carod, pero no solamente por él. Ros i Lasalas tiene la frase oportuna para cualquier situación. Poco se conocía del personaje hasta el punto que, una ocasión, una diputada socialista le preguntó a su compañero de escaño “¿Quién es ese Ros i Lasalas?” a lo que el diputado le espetó “¿no lo conoces?, claro, es un escritor poco difundido que solo conocemos los especialistas y expertos en literatura catalana”.
En la medida que Ros i Lasalas se convertía en agente activo del debate político se iban conociendo cosas de él. Así supimos que era natural de Vilanova, uno más de aquellos indianos catalanes que hizo su fortuna en Cuba en donde vivió, publicó sus obras y murió. Su popularidad tardía le ha hecho aparecer en numerosos artículos de prensa de los diarios más prestigiosos. El escritor catalán Oriol
Pi de Cabanyes descubrió, en un artículo
en La Vanguardia, una desconocida faceta pictórica como autor de una pintura de estilo naïf expuesta ante los constituyentes de La Habana hace 75 años. Incluso el ayuntamiento de Vilanova se ha llegado a plantear el dedicar una calle del municipio a tan insigne vecino.
Las referencias a Ros i Lasalas pueblan el Diario de Sesiones del parlamento catalán, pero también en su momento hizo el salto a las Cortes Generales cuando en el debate
estatutario en comisión Carod cerró su intervención con la frase: “Vivir para ver, que aseguraba en enero de 1928, desde La Habana, el gran escritor modernista catalán, Joaquim Ros i Lasalas.”, con el asentimiento cómplice del presidente de la comisión Alfonso Guerra.
¿Sabemos más de Ros i Lasalas?, si claro, sabemos que es una absoluta invención de Carod-Rovira que utilizó los apellidos de la cronista parlamentaria de Televisión Española, Carme Ros y de la cronista de TV3, la televisión catalana, Marta Lasalas, para bautizar a su invención. Lo realmente divertido es que todos aquellos que durante varios años se han tragado la historia son incapaces de reconocer su ignorancia disfrazada de petulante suficiencia y se las dan de cómplices de la broma. Ja. Y curiosamente, la broma hoy continua viva y Ros i Lasalas aparece de vez en cuando en la páginas del Diario de Sesiones del parlamento catalán.
Para cerrar el tema de las citas que mejor hacerlo con una de Abraham Lincoln. "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo." Pero, ¿es de él o acaso un invento de Theodore Roosevelt?.
sinonevero...ebentrovatto
si non é vero... é ben trovato